miércoles, 20 de abril de 2011

La CNT ante el 1º de mayo: la lucha está en la calle


MANIFESTACIONES 1º DE MAYO:

MADRID: 12h Valdeacederas - Cuatro Caminos

LA CABRERA: 18.30h Av. La Cabrera (esquina Ctra. Valdemanco)




Un año más, nos acercamos a una fecha tan significativa para quienes aspiramos a transformar la sociedad desde el mundo del trabajo como es el Primero de Mayo, inmersos en esa profunda crisis económica que tantas y tantas veces hemos visto utilizar a los poderes fácticos de nuestra sociedad para legitimar el recorte de turno.

Sin embargo, este año guarda la diferencia respecto a los últimos de que en esta ocasión llegamos al Primero de Mayo soportando a nuestras espaldas una oleada muy reciente y muy concentrada de recortes antiobreros sin apenas precedentes en las últimas tres décadas; recortes que, como la CNT ha denunciado ya en los varios comunicados y notas de prensa hechas públicas a cada ocasión y a cada firma de estos pactos y reformas, suponen una gravísima pérdida de derechos para todos nosotros, para todos los trabajadores, que precarizarán en el futuro próximo todavía más nuestras condiciones de trabajo, que disminuirán nuestras pensiones, que nos harán trabajar más años por menos dinero, que enterrarán la negociación colectiva, etcétera. Todo ello, por supuesto, en nombre de la cacareada “recuperación económica”, argumento sempiterno del gobierno del PSOE que no esconde otra cosa que pretender volver a subirse a la ola de la especulación salvaje y los beneficios empresariales ilimitados sin que, entre tanto, ningún empresario ni banquero pierdan dinero, pese a ser ellos mismos los responsables directos de la crisis.


Siendo conscientes de la gravedad de semejante ataque contra el conjunto de los trabajadores y de la necesidad de intentar pararlo y revertirlo si no queremos que gobierno, patronal y burocracias de CCOO y UGT culminen el entierro social del movimiento obrero, la CNT ha hecho un llamamiento en fechas recientes a las organizaciones sindicales que en las últimas semanas y meses han hecho patente su rechazo al Pacto Social, con el objetivo de llegar a un acuerdo de mínimos que nos permita a todos iniciar de forma unitaria en calles y tajos cuantas luchas sean posibles para “darle la vuelta a la tortilla”, como reza el dicho popular.

No obstante, dicho lo anterior y teniendo siempre presente la necesidad de aunar esfuerzos para que la salida de la crisis no pase por abaratamientos de despidos, firmas continuadas de EREs, recortes a los parados, aumento del desempleo y la edad de jubilación (por dar algunos ejemplos) la CNT no quiere dejar pasar la ocasión de plantear, en el contexto de una fecha con tanta carga de lucha como el Primero de Mayo, la necesidad de todo sindicalista consciente, pertenezca a una u otra organización, de cuestionar no sólo a las cúpulas de CCOO y UGT, sino también al propio modelo sindical que ha convertido a dichas cúpulas en “representantes” únicos e inamovibles de nuestros intereses de clase, y que por lo tanto ha permitido que dichos intereses de clase se vean constantemente contrariados por la realidad de cada nuevo pacto, cada nueva reforma y cada nuevo decreto relativos al mundo del trabajo.

Desde la CNT entendemos que la desmovilización de los trabajadores no es un factor meramente casual, ni propiciado únicamente por la labor intoxicadora de los medios de comunicación, sino que responde también a causas estructurales: cuando el método de organización en las empresas seguido de forma mayoritaria pasa por un modelo sindical de representación (el fijado en el ET y la LOLS, que hace recaer su peso sobre las elecciones sindicales, los delegados de personal y los comités de empresa), un modelo en el que se protege fuertemente contra el peligro del despido a una clara minoría de cada plantilla (la que resulta elegida como representante exclusivamente) dejando al resto en situación de mayor exposición al problema del paro, resulta lógico que ese resto de los trabajadores prefiera no moverse, dado que no gozan de la misma protección, y tienda de manera natural a dejar en manos de la minoría todos los asuntos relativos a sus condiciones de trabajo. Desde la CNT, por el contrario, entendemos que el freno a esta cascada de recortes no lo encontraremos en los votos sino en la conversión de la militancia sindical en un fenómeno mayoritario dentro de las empresas: todos lo estamos viendo, la única manera de obtener conquistas, o al menos frenar retrocesos, pasa por la lucha y la implicación directa de la mayoría de los afectados, nunca al revés.

Nadie dice que esto sea fácil de llevar a cabo, o que el éxito esté garantizado, pero lo cierto es que como no podemos seguir, es como venimos estando hasta ahora. Y es ahí donde la CNT tiene una alternativa clara que ofrecer, una alternativa que prescinde de privilegios de cualquier tipo y que hace recaer todo su peso y su capacidad sobre la acción de quienes la llevan a cabo: la alternativa de la sección sindical como herramienta organizativa en los tajos. Tanto en el pasado reciente como en el presente, hemos visto muchos despidos y sanciones que respondían a represalias contra trabajadores movilizados convertirse en nulos, incluso hemos visto a empresas sentarse a negociar la concesión de la garantía laboral (es decir, la extensión de la protección frente al despido a toda la plantilla) u otro tipo de mejoras, todo ello fruto de una acción sindical bien planificada y desarrollada, siempre bajo la máxima de que el sindicalismo no puede ser algo ajeno a la clase obrera, y no puede por lo tanto sustentarse en privilegios. Hemos visto éxitos a lo largo y ancho del Estado Español, como el de la huelga de Flightcare en el Aeropuerto del Prat, donde la empresa ha visto frustrados sus intentos por ilegalizar los paros convocados por la CNT, y asistimos en estos momentos a una nueva huelga convocada también por la CNT en la empresa AUSSA, precisamente reivindicando entre otras cosas la retirada de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo y la concesión de la mencionada garantía laboral. Hemos visto cómo empresas del calibre de Eulen han sido obligadas a cambiar el convenio que venían aplicando a sus trabajadores en toda una ciudad por otro con mejoras notables sobre el anterior, o cómo un largo etcétera de empresas se han visto obligadas a cambiar su política de contratación, o a subsanar cesiones ilegales de trabajadores... siempre con el modelo sindical que propone la CNT como común denominador, y todo ello sólo en el último año: ese modelo sindical que, como decíamos, dice sí a la participación de todos los afectados en sus problemas a través de la sección sindical y por la misma razón dice no a los comités de empresa, ese modelo que dice no a subvenciones y cánones de negociación, porque busca la independencia económica para poder defender únicamente intereses de los trabajadores y no deberse a nadie más.

Por todas estas razones, cerramos este comunicado tal como lo empezamos: hoy más que nunca es necesaria la unidad de acción de todos aquellos que rechazamos el pacto social, pero también es hoy más necesaria que nunca la revisión autocrítica del modelo sindical que nos ha conducido a todos los trabajadores a este callejón sin salida.

POR EL SINDICALISMO DE CLASE, ECONÓMICAMENTE INDEPENDIENTE Y DE ACCIÓN DIRECTA

POR EL ANARCOSINDICALISMO

VIVA EL PRIMERO DE MAYO




Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos de Madrid - CNT
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martes, 5 de abril de 2011

El Pacto antisocial

Si hace unos meses fue la reforma laboral, ahora le ha tocado a las pensiones. Las corporaciones sindicales UGT y CCOO, después del amago de protesta del 29-S se han puesto de nuevo de acuerdo con el gobierno para asestar un nuevo golpe a los derechos de los trabajadores. Los recortes que se introducen son:

> Se eleva de la edad de jubilación de 65 a 67 años. A partir de 2013, se añadirá un mes por año hasta 2018 y dos meses por año desde 2019 hasta 2027. Sólo los que tengan cotizados 38 años y 6 meses, podrán jubilarse a los 65 años.

> Se incrementa el periodo de cotización de 35 años a 37 años para poder jubilarse con el 100% de la pensión. Se hará a partir de 2013 a razón de tres meses por año.

Esto hace que se modifique la escala de cálculo, de manera que se rebaja la cantidad efectiva que percibirán los trabajadores en torno a un 5% de media para unos años de cotización dados. Si ahora, un trabajador o trabajadora que haya cotizado 20 años cobra un 65% de su pensión, a partir de la reforma cobrará un 61.4%. En el caso de una cotización de 30 años, ahora se percibe un 90%, mientras que con el nuevo sistema se percibirá un 84,2% de la base reguladora de la pensión.

> Si actualmente, sólo la mitad de la clase trabajadora se jubila habiendo trabajado más de 36 años, es de suponer que las generaciones futuras van a tener muy difi cil cobrar más allá del exiguo 50% de la base reguladora que se consigue con 15 años de cotización, e incluso que muchos de ellos no puedan acceder ni siquiera a percibirla.

> Se podrán jubilar anticipadamente a partir de los 63 años, pero deberán contar con un mínimo de 33 años cotizados, además de ver como se reduce su pensión en 7,5% por cada año en que adelanten su retiro. La jubilación anticipada también se podrá aplicar a los 61 años en caso de crisis económica, pero se penaliza economicamente aún más quien trabaja, ya que serán necesarios los 33 años mínimos de cotización y además su pensión se reducirá entre 33% y un 42% de la base reguladora. Por otra parte, la jubilación especial a los 64 años, también desaparece.

> Cálculo de la pensión. El período de cálculo de la base reguladora se elevará de los 15 años actuales a 25, es decir, si hasta ahora se calculaba en función del salario de los últimos 15 años, a partir de ahora se hará teniendo en cuenta los últimos 25 años trabajados, lo que ocasionará que el importe de las pensiones se reduzca aún más, ya que los salarios más antiguos son casi siempre más bajos. Se hará de manera progresiva, a razón de un año desde 2013 hasta 2022.

> Políticas “activas” de empleo. El subsidio por desempleo de 426 euros al mes es reemplazada por otra de menos de 400, que sólo podrán percibir si realizan una serie de cursos de formación, tengan cargas familiares y carezcan de otros recursos. Es decir, que no podrán percibirla una parte muy importante de trabajadores. En cambio, se incluyen nuevas reducciones en las cuotas que abona la clase empresarial a la Seguridad Social si contratan a tiempo parcial, ya sean temporales o indefi nidos, lo que pone bien a las claras la poca intención de reducir la temporalidad de los “agentes sociales”.

> Reforma laboral. En el marco del desarrollo de la reforma laboral, se dice que se constituirá un fondo de capitalización para la clase trabajadora, mantenido a lo largo de su vida laboral que se hará efectivo en los supuestos de despido, movilidad geográfi ca, para el desarrollo de actividades de formación o en el momento de jubilación, dejando sin aclarar su cuantía ni de donde saldrá el dinero, aunque si se especifica bien que no saldrá de las cuotas empresariales. ¿Lo pagaremos entonces nosotros mismos? ¿vamos a tener que pagarnos nuestro propio despido?

> Nucleares y pensiones. A pesar de lo descabellado que pueda parecer, se confi rma las relación en esta negociación entre las pensiones y la energía nuclear. Gobierno y agentes sociales se comprometen a revisar los principales componentes del precio de la electricidad y discutir el desarrollo energético. Esto significará, entre otras cosas, que muy probablemente no se producirá el cierre de la central nuclear de Garoña, anunciado para 2013.

> Integración de regímenes. El acuerdo establece la integración en el REASS y Régimen Especial de Empleados de Hogar. La idea, a medio plazo, es acabar el subsidio agrario que perciben quienes trabajan en el campo, un colectivo donde la temporalidad alcanza al 94% y se trabaja una media de poco más de 30 días al año.

> Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. El acuerdo pronostica una revisión de la cuotas por contingencias profesionales que se pagan a la Seguridad Social. En la práctica, esto supondrá la rebaja de la cotización empresarial por este concepto, razón por la cual los empresarios y empresarias han aceptado la presencia de UGT y CCOO en las Mutuas, que a partir de este acuerdo tendrán un sillón en los consejos de administración de las treinta mutuas que están en activo, en pago a la traición que cometen al firmar este vergonzoso este pacto.

> El gobierno intenta hacernos creer que todos estos recortes son por “nuestro bien”; que si perdemos ahora estos derechos es para garantizar el futuro de las pensiones. Pero a este ritmo, dentro de unos pocos años no quedará nada que garantizar. Cada vez está más claro que las razones no son las que nos dicen, sino precisamente las contrarias:

• Es conocido y nada oculto el deseo del sector fi nanciero de trasvasar las pensiones del sistema público al sector privado, es decir, quedarse con el negocio de las pensiones. Para ello, se ofrecen incentivos fiscales y bonificaciones, pero no es sufi ciente. Es necesario que desaparezcan las pensiones públicas, como forma de garantizarse que la totalidad de trabajadores y trabajadoras –que puedan- contratará un plan de pensiones.

• Para ello, el Pacto de Toledo introdujo un método de revisión continua para rebajar la cuantía de las pensiones públicas y el número de sus perceptores, dentro de las cuáles está la reforma actual.

Estos recortes continuarán hasta que las pensiones sean tan bajas que los trabajadores se vean abocados a contratar un plan privado de pensiones para sobrevivir en su vejez (hay que tener en cuenta que ya hoy día, casi la mitad de los jubilados cobran menos del salario mínimo interprofesional y representan el sector de población con mayor tasa de pobreza, un 26%).

• Al mismo tiempo, rebajar el volumen el sistema público de pensiones, que es contributivo, supone la posibilidad de rebajar las cuotas empresariales a la Seguridad Social y por tanto de acceder a una de las peticiones tradicionales de los empresarios.

• Con la excusa de la “sostenibilidad” del sistema público de pensiones, el acuerdo alcanzado ahora incluye que su funcionamiento se revisará cada cinco años a partir de 2027. Con esta fórmula, lo que se establece es un calendario de nuevas reformas, bajo el falso argumento del “aumento de la esperanza de vida”.

• De hecho, una buena parte del ahorro que el Gobierno espera obtener en el sistema proviene de los recortes que se aplicarán cada cinco años a partir de esa fecha, cuando se alcancen los 67 años completos como edad de jubilación y el resto de parámetros que se endurecen paulatinamente con la reforma. Y, si se aplica según lo previsto, estas revisiones irán en el sentido de:

– elevar la edad de jubilación al menos a 69 años

– aumentar el periodo de cálculo de la base reguladora a toda la vida laboral

– aumentar el número mínimo de años necesarios para tener derecho a cobrar pensión

– aumentar el número de años necesarios para cobrar el 100% del importe de la pensión

Desde la CNT llamamos a la movilización continua contra estas medidas, por lo que llamamos a los trabajadores y trabajadoras a organizarse y tomar conciencia de la situación. De que la clase política nos están robando para mantener este sistema económico que les sostiene, precisamente para encargarse de hacer estas políticas. De que la crisis es un invento para retornar el capital y el negocio al sector privado y empobrecer a los pueblos. Más dinero para los accionistas, más miseria para la clase trabajadora, presente y futura.

Las reformas y los recortes de derechos no van a parar hasta que nos echemos a la calle masivamente y les digamos que no vamos a seguir soportando más. Está pasando en otros países y terminará pasando también aquí, un día u otro, pero cuanto más esperemos más pobres seremos, peores condiciones de trabajo tendremos y menos derechos por los que luchar nos quedarán.

Nadie va a solucionar tus problemas, salvo tu mism@: organizate y lucha.

Defiende tus derechos.


EN LA POLITICA DEL PSOE CONTRA LA CRISIS...

Lo que le ha tocado a los bancos y quienes se apropian de la riqueza:

> Creación del fondo de Adquisición de Activos Financieros para comprar a los bancos supuestos activo no tóxicos” por importe de 50.000 millones de euros.

> Creación del Fondo de Ordenación y Regulación Bancaria para sufragar las intervenciones y fusiones de las Cajas de Ahorros, por importe de 99.000 millones de euros.

> Avales para los bancos por importe de 227.000 millones de euros para garantizar sus operaciones financieras

> Bajar los impuestos que pagan quienes más tienen: reducción de 10 puntos en el tipo de gravamen del impuesto de sociedades, supresión del impuesto sobre el Patrimonio o rebaja del tipo de gravamen a los banqueros y sus familiares del 43% al 18% para algunas operaciones. Además, ha seguido manteniendo el tipo de gravamen de las grandes sociedades de inversión al 1%, mientras que a cualquier contribuyente se le aplica el 43%.

Lo que nos ha tocado al resto:

> Subida de los impuestos relacionados con el consumo, que pagamos todo el mundo por igual: IVA, gasolina, o tabaco entre otros.

> Privatización de AENA y Loterias del Estado, dos de las pocas empresas públicas rentables que quedaban.

> Aprobar un subsidio de 426 euros al mes para parados y paradas de larga duración y después retirarlo, porque no hay dinero.

> Eliminación del “cheque bebé”, porque no hay dinero.

> Congelar las pensiones contributivas, porque no hay dinero.

> Reducción del sueldo del funcionariado, porque no hay dinero.

> Una nueva Reforma Laboral, a pesar de que las condiciones de trabajo para hayan infl uido en absoluto en esta crisis:



• Fomento de la contratación temporal, que podrá durar hasta 4 años

• Reducción del coste de la indemnización por despìdo improcedente de 45 a 33 días por año trabajado

• Flexibilización de las causas de despido objetivo, que puede realizar casi cualquier empresa, y por el que el trabajador solo percibe como indemnización 20 días por año trabajado

• Socialización del coste del despido, ya que una parte corre a cargo del Fondo de Garantía Salarial que es sufragado por los trabajadores

• Desregulación de los convenios colectivos, ya que las condiciones de trabajo como salario, horario o jornada podrán ser modifi cados casi a voluntad del empresario, si un árbitro lo decide, aun en contra de la opinión de los “representantes” de los trabajadores.

• El salario establecido en el convenio colectivo podrá ser reducido en aquellas empresas cuya “situación y perspectivas económicas puedan verse dañadas como consecuencia de la aplicación del convenio colectivo”, aunque el convenio ni siquiera lo prevea.

En los dos últimos años de la deuda pública en circulación ha aumentado más de 190.000 millones de euros.

¿Adónde crees que ha ido el dinero? Y ¿quién lo está pagando?

¡Es hora de pararles los pies!